lunes, 4 de noviembre de 2013

Inversión sí, gasto no.

Jue, 24/10/2013 - 12:40am
Yo creo que el mejor medio de hacer bien a los pobres no es darles limosna, sino hacer que puedan vivir sin recibirla.
Benjamin Franklin
Sin duda cómo se gasten y en qué se gasten los recursos recaudados por la federación, son temas de interés público. La mayoría de las personas analizan los procesos de recaudación y de asignación como un transcurso bueno o malo, y no como eficiente o ineficiente. La eficiencia o la ineficiencia pueden ser más medibles, que la subjetividad de lo bueno o malo, de lo justo o injusto.
Menciono lo anterior porque el análisis de la reformas deben ser en ese orden. El análisis y propuesta de reforma hacendaria es progresiva en algunos aspectos y desincentivadora en otros.
Los reclamos se exponen en función a los intereses y no a los hechos reales. Por ejemplo el Partido Acción Nacional propone que se excluya de pago de impuestos a aguas azucaradas (refrescos) y se aplique a alimentos y medicinas. En términos de empleo traerá más desempleo a mediano plazo el impuesto a los refrescos que el que traería el aumento a alimentos.
Las repercusiones o beneficios de ambos se medirán a largo plazo, expresar un imperativo categórico sería irresponsable. ¿Por qué irresponsable?, porqué la elasticidad del mexicano a estos productos existe y está en función al ingreso pero no como tasa de ingreso homogéneo.
Un número significativo de la población no encuentra sustituto perfecto para las sodas. Así que la sensibilidad en el aumento de un peso de impuestos no generaría una reducción significativa, la disminución en la demanda y por ende en el consumo fluctuaría constante.
El beneficio para el estado sería que las grandes refresqueras contribuyeran vía impuestos al gobierno mexicano. Obviamente Acción Nacional protege al empresario pero no porque pueda existir una contracción del mercado, sino porque sólo hace muestra de qué grupos previene.
Éste tipo de discusiones se llevarían mucho tiempo, porque son desde diferentes perspectivas, pero al mismo tiempo se sabe que una de las dos opciones debían de fructificar. Por lo tanto a nosotros lo que nos interesaría – como dije en el primer párrafo- es analizar en qué se gastará.
Y ahí es donde yo no encuentro coincidencia entre el discurso y los posibles hechos, pues las transformaciones radican por ejemplo en la renovación de las estructuras. Y al parecer los 4 billones 470, 249 millones de pesos que equivalen a 24.4 % del Producto Interno Bruto no radicaran en inversión sino en gasto. Ni siquiera en subsidios para la competitividad empresarial, más bien sólo en políticas asistencialistas.
Lo cual separaría al Secretario de Hacienda de sus posturas Keynesianas al no cumplirse el objetivo de aumentar la productividad para elevar la demanda, que en mucho se deberá a una inadecuada inversión. La condición de que la política económica no vaya orientada a estimular la demanda agregada; y eso es de preocupar.
Aumentas impuestos y no los inviertes, solo se irán a gasto corriente y políticas asistencialistas, que si bien éstas han tenido resultado, jamás cumplen con el principio de costo-beneficio, el Estado mexicano gasta mucho y mal. Muy poco se destina a inversión.
Las nueva reinvención del Estado demanda que la los gobiernos sean generadores de riqueza, y no porqué vayan a participar en la creación de empresas o en el centralismo económico, sino en ser garantes de legalidad y de incentivos al comercio y la producción.
Los Criterios Generales de Política Económica de forma bondadosa proyectan buenas cuentas, pero no suficientes, ya es necesario crecer más que los últimos dos sexenios, o sea crecer más y mejor. Para lograr las causas y las propuestas para que el gobierno logre y dirija un eficiente desarrollo con resultados rápidos en beneficio de la población en general.
Los análisis presupuestarios siempre generan controversia ya que están expuestos a las diferentes perspectivas, así que lo que se espera es que se ejecute el gasto, pero que en términos técnicos sea mejor dicho inversión. Que ayude al crecimiento y que potencialice el desarrollo.
No existe medida más correctamente eficiente para la búsqueda de igualdad económica como lo es el aumento de la productividad, ello siempre finaliza siendo un eficaz medio de emparejamiento social. Y esa es la demanda en México, buscar la diminución de la brecha de desigualdad y mejorar el coeficiente de Gini que en un futuro estemos más cercanos a 0 que a 1.
Recordado:
• El gran pacto hipotético que existe entre sociedad y el Estado tiene como principal eslabón el correcto quehacer de las contribuciones.
Twitter: @David_Quitano