miércoles, 4 de diciembre de 2013

De la concertación a la mala negociación.



De la concertación a la mala negociación.
Yo creo que la concertación es una alternativa que nosotros no podemos dejar de implementar.  Rene Cortázar

En 2013 iniciaba un nuevo gobierno en nuestro país, y todo parecía que se estaba ocupando la tecnología más eficaz que existe dentro de la política que es el dialogo, se materializaba un pacto que hacia entrever que dentro de las diferencias doctrinarias y dogmáticas se convergía en la necesidad plena de buscar soluciones; el degaste existido durante el sexenio de Calderón aniquiló en cierta medida nuestra forma de comportamiento diario.

En este 2013 se nos presentó un instrumento muy valioso que daba tintes de madurez al vapuleado ejercicio político mexicano, así caminábamos por un ambiente que en términos teóricos de ciencia política esgrimía en lo correcto, llegábamos aparentemente a la tendencia de lo que se marca como democracia de calidad, ejerciendo la concertación política, la cual se refiere a la capacidad de armonizar el trabajo, las propuestas, las riquezas y los aportes de los diferentes actores políticos dentro de un ambiente de confianza.

Por eso, la destacada importancia de la concertación social, tan importante se posicionaba para la profundización de la democracia  para el desarrollo económico, la equidad social y fortalecimiento de la sociedad civil. A ello lo soslayamos y lo denigramos, cuando era algo de agradecer.

Era de trascendencia el pacto mediante la concertación, en el ambiente internacional se visualizaban a un país más sólido, con ello dotó de cierto grado de expectativas se rememoró la correlación que marca la experiencia histórica al partir de la tesis de que la unión entre los diferentes actores políticos se podría materializar en una correcta acción futura de la sociedad proveyendo de fuerza a la economía.

México seguía con su serie de actividad macroeconómica estable, sin crecimiento significativo pero estable y, si a ello le sumábamos la concertación estábamos en un punto inmejorable; ¿ pero qué paso?; los partidos de oposición ocuparon al pacto para buscar empoderarse haciéndole frente ante su derrota pos electoral, jugaron a lo que le interesaba sin actuar con altura de miras a las necesidades que se plantearon dentro del vasto número de puntos del Pacto por México, hasta ahí íbamos bien, las reformas de gran calado fluían y todo parecía en orden.

Ahora el partido en el poder está sacrificando hasta cierto punto su imagen por realizar su proyecto de gobierno, el cual radica en cambiar su forma de hacer política económica como hasta anteriormente lo conocíamos, la extrema dependencia petrolera ya no es la fórmula de la abundancia, las necesidades actuales radican en otro sentido.

La falta de compromiso se ve dentro de un pacto; al principio se firmó y ratificó en dos ocasiones, por ello se presupone que se estaba de acuerdo con lo que se necesitaba y que las reformas planteadas en función a un debate de fondo tendrían que materializarse la consecución de las mismas.

Sin duda todos estábamos conscientes que las cosas no podrían seguir así, todos los países estaban realizando modificaciones de sus estructuras para buscar no quedarse desfasados y fuera del camino, México no quería ser la excepción y parecía que se iba por la senda correcta, ahora, llevamos el debate a lo insustancial para que termine quedando la madre de las reformas (energética) como justamente no queríamos que quedara.

Por otra, parte la reforma política es en sí una reforma profundamente dogmática y su debate radicará en un análisis historicista y poco epistémico lo cual terminará actuando como un cambio de forma pero no de fondo. En sí se hará ley lo que es consuetudinario, salvo el honroso caso de la reelección de alcaldes la cual implicará mayor táctica política y funcional a los mismos, pero esa es otra historia.

Lo importante es que fluyan las reformas para transformar a México, no solo en el sentido del discurso de la presidencia, sino en el sentido social, de buscar instrumentos de política económica, política pública y política social que coadyuven a la generación de empleos, estimulen el consumo, y que eleven los ingresos de los ciudadanos sin generar inflación, que se pueda proveer de mejores condiciones para un número mayor de ciudadanos; la vía es la educación, la voluntad, y por supuesto la concertación.

Recordando:
·         Creamos en los cambios, siempre son para bien; ayudan a crecer.

Twitter: @David_Quitano

martes, 19 de noviembre de 2013

Populismo reloaded

Credito:
Isaac Katz
Desde la época virreinal, los países que ahora constituyen América Latina nunca se han desenvuelto bajo un sistema económico íntegramente liberal. 

A lo largo de los últimos cinco siglos, en las diferentes economías, siempre ha persistido un esquema basado en la apropiación de rentas, primero por parte de la corona española y después, en los años de independencia, en uno que podríamos denominar capitalismo de cuates (crony capitalism), en el cual unos cuantos favorecidos por el poder político podían extraerle a la sociedad -particularmente a los consumidores- las rentas derivadas del poder monopólico otorgado, ya fuese directamente a través de la imposición regulatoria de barreras a la entrada o a través de mecanismos como subsidios y protección de la competencia externa. 

En prácticamente toda la región, es raro encontrar gente rica (entendido, arbitrariamente, este concepto como quién tiene una fortuna medida en cientos de millones de dólares), que no haya acumulado su riqueza al amparo del poder.
Así, una de las principales características en América Latina es la inequidad en la distribución del ingreso y los altos índices de pobreza.

El bajo nivel de desarrollo económico ha sido el caldo de cultivo para que periódicamente aparezcan en la región gobiernos de corte populista, los cuales, con la aplicación de políticas económicas que buscan favorecer a los más pobres, derivan en enormes distorsiones que acaban por mantener a estos países en el subdesarrollo y, peor aún, terminan por dañar a los más pobres, haciendo todavía más inequitativa la distribución de la riqueza y del ingreso. Un círculo vicioso.

Para no irse más atrás en el tiempo, el siglo XX abunda en ejemplos de gobiernos latinoamericanos de corte populista, siendo los más notorios los casos de Argentina, empezando con Juan Domingo Perón y más recientemente con Cristina Fernández (único país que pasó de ser una economía desarrollada a principios de ese siglo a ser una subdesarrollada sin haber pasado por una guerra que destruyera el capital físico); Chile, con Salvador Allende; Venezuela, durante el primer mandato de Carlos Andrés Pérez; Perú, durante el primer gobierno de Alan García, México con los gobiernos de Echeverría y López Portillo y un largo muy largo etcétera.

Y ahora se nos aparece en el escenario Nicolás Maduro, en Venezuela, como el nuevo ejemplo extremo de un gobierno populista, que con sus políticas llevará a la economía de ese país a una total destrucción. Maduro ha seguido, y más aún, profundizado, las políticas populistas de su antecesor, Hugo Chávez, de quién heredó el poder. Los atentados a los derechos privados de propiedad a través de expropiaciones arbitrarias, sin indemnización, políticas fiscales y monetarias expansivas, controles a los movimientos de capitales y al comercio exterior, la desaparición de una efectiva división de poderes, etcétera, llevaron a que este país estuviese en la cola de los países menos libres del mundo, solo detrás de Cuba y Corea del Norte.
Las últimas acciones de Maduro, como fue el asalto militar a cadenas de artículos electrodomésticos, acusando a los accionistas de usureros y explotadores del pueblo bueno, su amenaza de extender este acto a muchos otros bienes, su decisión de imponer controles de precios eliminando la inflación por decreto y más, acabarán por destruir la economía. Sus actos derivarán en la aparición de mercados negros (el tipo de cambio ya es 12 veces el oficial), desabasto y mayor pobreza. Pobres venezolanos.
¿Hay algo en el ADN de los gobernantes latinoamericanos que los inclina al populismo?

lunes, 4 de noviembre de 2013

Inversión sí, gasto no.

Jue, 24/10/2013 - 12:40am
Yo creo que el mejor medio de hacer bien a los pobres no es darles limosna, sino hacer que puedan vivir sin recibirla.
Benjamin Franklin
Sin duda cómo se gasten y en qué se gasten los recursos recaudados por la federación, son temas de interés público. La mayoría de las personas analizan los procesos de recaudación y de asignación como un transcurso bueno o malo, y no como eficiente o ineficiente. La eficiencia o la ineficiencia pueden ser más medibles, que la subjetividad de lo bueno o malo, de lo justo o injusto.
Menciono lo anterior porque el análisis de la reformas deben ser en ese orden. El análisis y propuesta de reforma hacendaria es progresiva en algunos aspectos y desincentivadora en otros.
Los reclamos se exponen en función a los intereses y no a los hechos reales. Por ejemplo el Partido Acción Nacional propone que se excluya de pago de impuestos a aguas azucaradas (refrescos) y se aplique a alimentos y medicinas. En términos de empleo traerá más desempleo a mediano plazo el impuesto a los refrescos que el que traería el aumento a alimentos.
Las repercusiones o beneficios de ambos se medirán a largo plazo, expresar un imperativo categórico sería irresponsable. ¿Por qué irresponsable?, porqué la elasticidad del mexicano a estos productos existe y está en función al ingreso pero no como tasa de ingreso homogéneo.
Un número significativo de la población no encuentra sustituto perfecto para las sodas. Así que la sensibilidad en el aumento de un peso de impuestos no generaría una reducción significativa, la disminución en la demanda y por ende en el consumo fluctuaría constante.
El beneficio para el estado sería que las grandes refresqueras contribuyeran vía impuestos al gobierno mexicano. Obviamente Acción Nacional protege al empresario pero no porque pueda existir una contracción del mercado, sino porque sólo hace muestra de qué grupos previene.
Éste tipo de discusiones se llevarían mucho tiempo, porque son desde diferentes perspectivas, pero al mismo tiempo se sabe que una de las dos opciones debían de fructificar. Por lo tanto a nosotros lo que nos interesaría – como dije en el primer párrafo- es analizar en qué se gastará.
Y ahí es donde yo no encuentro coincidencia entre el discurso y los posibles hechos, pues las transformaciones radican por ejemplo en la renovación de las estructuras. Y al parecer los 4 billones 470, 249 millones de pesos que equivalen a 24.4 % del Producto Interno Bruto no radicaran en inversión sino en gasto. Ni siquiera en subsidios para la competitividad empresarial, más bien sólo en políticas asistencialistas.
Lo cual separaría al Secretario de Hacienda de sus posturas Keynesianas al no cumplirse el objetivo de aumentar la productividad para elevar la demanda, que en mucho se deberá a una inadecuada inversión. La condición de que la política económica no vaya orientada a estimular la demanda agregada; y eso es de preocupar.
Aumentas impuestos y no los inviertes, solo se irán a gasto corriente y políticas asistencialistas, que si bien éstas han tenido resultado, jamás cumplen con el principio de costo-beneficio, el Estado mexicano gasta mucho y mal. Muy poco se destina a inversión.
Las nueva reinvención del Estado demanda que la los gobiernos sean generadores de riqueza, y no porqué vayan a participar en la creación de empresas o en el centralismo económico, sino en ser garantes de legalidad y de incentivos al comercio y la producción.
Los Criterios Generales de Política Económica de forma bondadosa proyectan buenas cuentas, pero no suficientes, ya es necesario crecer más que los últimos dos sexenios, o sea crecer más y mejor. Para lograr las causas y las propuestas para que el gobierno logre y dirija un eficiente desarrollo con resultados rápidos en beneficio de la población en general.
Los análisis presupuestarios siempre generan controversia ya que están expuestos a las diferentes perspectivas, así que lo que se espera es que se ejecute el gasto, pero que en términos técnicos sea mejor dicho inversión. Que ayude al crecimiento y que potencialice el desarrollo.
No existe medida más correctamente eficiente para la búsqueda de igualdad económica como lo es el aumento de la productividad, ello siempre finaliza siendo un eficaz medio de emparejamiento social. Y esa es la demanda en México, buscar la diminución de la brecha de desigualdad y mejorar el coeficiente de Gini que en un futuro estemos más cercanos a 0 que a 1.
Recordado:
• El gran pacto hipotético que existe entre sociedad y el Estado tiene como principal eslabón el correcto quehacer de las contribuciones.
Twitter: @David_Quitano

miércoles, 7 de agosto de 2013

Costos y beneficios de la legalización de las drogas

Dom, 04/08/2013 - 12:45am
El sistema de precios con responsabilidad por el daño, es la base fundamental para analizar el análisis del crimen y de las drogas.
Gary Becker – Premio Nobel de Economía-.
Estamos en el inicio del segundo semestre del primer año en el mandato de Enrique Peña Nieto al frente del Ejecutivo Federal, y se anuncia un sin número de reformas, de todo tipo, las cuales de conseguirse serían avasalladoras, tanto por su característica de transformadoras, como por la poca gradualidad con las que piensan ejercerse.
En el presente espacio que me proporcionan los medios, he escrito a grandes rasgos sobre la reforma fiscal, energética y educativa, las cuales para bien o para mal de materializarse, generarían un cambio radical en la cotidianidad social y operacional de México.
En lo que va de ésta semana, la opinión pública ha estado principalmente centrada en un tema que se había dejado de lado durante casi un año, pero que no deja de ser de suma importancia, como lo es la despenalización en el consumo de drogas blandas (Mariguana, Hashis y algunos analgésicos).
Este tema es sumamente controversial, porque siempre que se opina sobre el mismo, versan en concepciones de lo que en sí se piensa sobre las drogas, y casi nunca se atiende el problema existente, por lo tanto se deben buscar instrumentos y medidas que generen condiciones dinámicas, en las cuales el beneficio de una política pública sea mayor al costo social.
La mayoría de los países han optado por dos tipos de políticas para acabar con el problema del narcotráfico: la legalización, o la de combate frontal (como en México). La legalización de las drogas nos podría generar dos escenarios a corto y mediano plazo, pues sería adaptivo a la nueva legislación de los actos mercantiles por la comercialización de las drogas.
La legalización bien instrumenta, fundamentada y regulada bajo ciertos patrones de calidad podría traer efectos económicos positivos. En primera sería para el consumidor la certeza de contar con productos de mayor salubridad, y para el gobierno se podría hacer de una cuota impositiva, pues se debería de implementar un impuesto especial, que al mismo tiempo sería el que paga el consumidor al narcotraficante por proveerle la mercancía.
Como son bien sabidas las altas ganancias por parte del narcotráfico obedece a la ilegalidad que ésta a su vez está en función al nivel de propensión de ser detenidos, a mayor nivel de propensión de ser detenidos mayor es el precio del producto, es por eso que los precios relativos de las drogas en la segunda parte del sexenio de Felipe Calderón fueron mayores.
Por su parte de legalizarse las drogas se generaría -como anteriormente mencione- una recaudación impositiva que puede ser canalizada en programas para el bienestar social. De igual manera se tendría una reducción de los gastos de actividades improductivas por parte del gobierno, como el combate al narco, o el gasto en prisiones, pues con la legalización existiría una reducción de la población carcelaria.
Por su parte el hampa al tener cierta reducción recaudatoria, tendería a diversificar su estructura “productiva” realizando otros tipos de actividades ilegales, pero que en el corto plazo por la desestructuración recaudatoria generaría para la sociedad un número menor de crímenes.
Por el lado de los costos económicos, la legalización es probable que aumente el consumo lo que generaría costos para el sector salud, (accidentes, adicciones crónicas, o exceso de pasividad por el consumo de las mismas). Por su parte el consumo de éste tipo de drogas blandas llevaría al consumo de otro tipo de drogas, lo que a su vez elevaría el número de crímenes, robos, violaciones etc,.
Pero una ventaja sustancial, es tener una identificación real de consumo pues al ejercer pago de un impuesto se sacaría un promedio fehaciente del número de consumidores, el cual serviría para hacer políticas públicas focalizadas que a mediano plazo hicieran que la reducción del consumo fuera real.
Los costos asociados al consumo de la drogas podrían eliminar los efectos positivos de la legalización sobre la economía, pero si se llega a regular, y no se genera un consumo tan exponencial, el beneficio terminaría siendo mayor, lo cual demostraría que fue efectiva y eficiente la política.
Sin duda es necesario que haga algo el gobierno, porque está científicamente comprobado que las drogas aunque sean las blandas son sumamente dañinas, y que los daños colaterales no propician que México sea atractivo para la inversión, existe un enriquecimiento exponencial a los narcotraficantes, genera violencia entre los ciudadanos y daño a la moral pública.
Recordando:
• Para que en verdad sea viable la legalización y despenalización, se debe contar con instituciones jurídicas y leyes económicas que en verdad sean garantistas.
• La normatividad para la comercialización legal debería ser similar a los estándares de “calidad” de los cigarros.
• Las medidas que se implementan en México contra la drogas, ni disminuyen el consumo, ni la actividad delincuencial.

martes, 30 de julio de 2013

Los impuestos que vienen

Mar, 30/07/2013 - 2:32am
En este mundo no se puede estar seguro de nada, salvo de la muerte y de los impuestos.
Benjamin Franklin
La más necesaria y nunca grata reforma es la de carácter fiscal, a nadie le gusta que le apliquen un gravamen, sin embargo, cuando existe la necesidad de tales, se deben llevar a cabo. En el presente escrito mostraré las condiciones en las que se encuentra México (en general) y cuáles pueden llegar a ser los motivos por los que se busca implementar éste aumento de impuestos.
Como todo análisis que busque ser lo más serio posible, éste debe partir de un estudio de las múltiples variables que se encuentran inmiscuidas dentro del tema a tratar, es por ello que expondré un conjunto de datos sobre las condiciones en términos impositivos de nuestro país, con los cuales se podrá valorar el sustento de legitimidad en la posible futura existencia de los nuevos impuestos.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), ha publicado abiertamente que pide a México nuevos impuestos, pues según estudios realizados por el organismo de 2010 a 2012, la recaudación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) alcanzó sólo 3.9% del PIB la más baja en la OCDE y la segunda más baja en América Latina donde se tiene como promedio el 6%.
México en 2012 recaudó 19.7% del PIB cifra por debajo del promedio de la OCDE, en nuestro país sólo se recauda 30% del potencial recaudatorio del IVA, lo cual en términos reales es muy poco para poder llegar cubrir con las necesidades operacionales que necesita un país que busca elevar sus niveles de desarrollo, éste tipo de impuestos indirectos son sumamente importante para un país donde se tiene una gran número de trabajadores que no pagan impuestos directos (ISR) entre el 60% y 70% del total empleado.
Por tanto ya se ha valorado que en México se busqué la implementación de impuestos a productos anteriormente no gravados como lo son los Alimentos y Medicinas, supuestamente dicha elevación se realizaría para los habitantes con los deciles mayores hasta un 37%.
Por su lado la implementación de esta política de ingresos sería para ‘costear’ el llamado Sistema Social Universal, que dotaría de 3 seguros a la población, los cuales son: El seguro universal de salud, el desempleo, y el de riesgo de trabajo. La implementación del IVA a alimentos y medicinas, será sumamente combatido por la oposición de izquierda, que buscarán capitalizarse políticamente a partir de la polarización, pues su debate es dogmatico no científico.
Algo de lo que poco se habla es que según lo que se ha mostrado, es la reforma fiscal en primera instancia a los que buscará cobrarles es a los ricos, la cual se espera que con ello eleve en 4% la recaudación (la necesaria para sufragar el Sistema de Seguridad Social).
Esta reforma fiscal le preocupa a los empresarios pues mucho de lo que se ha filtrado es que busca combatir las exenciones y privilegios a los empresarios, las cuales equivalieron 70,000 millones de dólares para 2012. Es por ello que más allá de las manifestaciones o la toma de tribuna que realizará AMLO y la ‘izquierda’, al gobierno de nuestro país le preocupa la fuga de capitales o la disminución de la inversión, por parte de los empresarios como castigo por la limitación de sus privilegios.
Contrario a lo que el grueso de la población piensa, mucho de ellos por el desconocimiento de cómo funciona la economía pública y las grandes magnitudes económicas, piensan que siempre un impuesto es maligno para sus bolsillos, y no la posibilidad de que a mediano plazo pueda ser benéfico, pues estructura lo endeble de nuestro sistema económico nacional, o el posible efecto multiplicador que en un futuro pueda generarse a partir del gasto de gobierno.
Sin duda otro factor que marca es la búsqueda de una menor dependencia impositiva de PEMEX, pues 40 centavos de cada pesos provienen del petróleo, lo que muestra la aún dependencia de la paraestatal, situación que es un arma de doble filo, pues la dependencia tan fuerte de ella nos genera que un cambio en los precios del petróleo altere nuestros ingresos.
Un recordando largo:
El IVA se estableció desde 1978 para sustituir al Impuesto Sobre Ingresos Mercantiles y en 1983 se incrementó su tasa general del 10 al 15%. En 1991 se redujo la tasa general del IVA del 15% al 10 % en un contexto de baja del ahorro interno (como ahora), lo que aunado a la sobrevaluación del peso frente al dólar favoreció la importación y el consumo en detrimento de la producción y la inversión.
La disminución de la tasa, que en su momento se recibió con beneplácito por parte de los consumidores en virtud de haberse considerado como un apoyo a la economía familiar y un estimulo al sector comercial, y a algunas ramas industriales, privó al sector público de ingresos importantes que se sustituyeron por deuda pública en sus diversas modalidades.
Haber reducido la tasa del IVA propició que la recaudación se viera mermada permanentemente a partir de 1991 hasta 1994. Simultáneamente, su disminución, entre otros factores, generó un consumo excesivo en perjuicio del ahorro, generando un desequilibrio general.
Por tanto, a pesar de lo difícil e impopular como son los impuestos, puede suceder que en ciertas ocasiones, puedan llegar a terminar siendo benéficos para apuntalar las aspiraciones de crecimiento económico. Debemos tener en claro que en ciertas ocasiones la disminución de impuestos no es benéfica, al igual que el aumento de estos tampoco puede llegar a ser dañino, que es un juego de intercambio dinámico y acomodaticio a las necesidades imperantes.
Twitter
@David_Quitano

martes, 16 de julio de 2013

Pasada la ‘Politcs’ viene la ‘Polity’.

Lun, 15/07/2013 - 1:37am
Tener gobiernos cuyas acciones directivas sean de impecable naturaleza pública y de probada eficacia es una justa exigencia ciudadana.
Luis F. Aguilar.
En términos generales, está de más exponer los datos de los resultados de la elección pasada del 7 de Julio, es de todos sabido la victoria del Partido Revolucionario Institucional en el Estado de Veracruz. Lo que sí cabe rescatar es la poca participación ciudadana que se maneja en el orden del 30% al 33 % del electorado potencial, lo cual expone dos supuestos muy básicos, por un lado un fuerte rechazo a los partidos políticos junto con sus candidatos, y por otro una apatía notable de ejercer su derecho subjetivo del sufragio.
Siguen algunas apelaciones y demás recursos jurídicos que en general terminarán siendo desechados, y el proceso finiquitará más o menos con la misma tendencia de la cual nos esteramos el martes 9 de Julio, por tanto en el próximo mes los nuevos y “flamantes” Alcaldes y Legisladores tomarán posesión, y a trabajar. Legales sí, legítimos no, -en su mayoría, dado que hubo municipios y distritos donde sí existió una buena participación-.
Los arrebatos de pensar que la ventaja absoluta puede ser generadora radical de cambio, es una expresión muy peligrosa, creer esto puede ser contraproducente para la correcta legislación así como el desempeño de los alcaldes, sería como sentarse en sus laurales de 3 y 4 años, tiempo que al mismo tiempo- espero que no- nos encadene al atraso generalizado del Estado y del País.
Decía Robert C. Tucker, aquel creador de la metodología de la teoría del liderismo carismático, que la ventaja de la mayoría en el legislativo en ocasiones termina siento tan contraproducente como los monopolios en las economías de mercado, puesto que distorsiona todas posibles alternativas de posibilidades de desarrollo. Este planteamiento tiene mucha lógica puesto que debido a ser menos elaboradas las iniciativas puesto que al saber que no hay competencia de echarlas para abajo caminan hacia la ineficiencia, no hay contrapesos, para un equilibrio sano.
El pasado planteamiento es una proyección de la posible operatividad del legislativo, pero para el caso de las municipalidades, se vislumbra en poca idea o sentido de planteamientos que en verdad sean transformadores, y generadores de desarrollo reales en las futuras administraciones.
En épocas recientes la experiencia de otros países radica, en que desde lo local se puede ser generadores de desarrollo si se hace una correcta implementación de un término anglosajón ‘Polity’, esta expresión tiene como significado “Directriz o curso definido de acción, deliberadamente adoptado y perseguido para conseguir unos determinados objetivos”.
Escuchamos las propuestas y nos aventamos toda la ‘Politics’ –o sea toda la competencia política- pero ya es cuando se materialicen las propuestas o cuando se desechen de no ser viables, si los alcaldes y el cabildo no saben valorarlas o no saben cómo hacerlo, es una situación que puede existir, pero también es de sabios saber decir no sé, preguntar y asesorarse de personas que los hagan lucir.
Es una oportunidad inigualable para legitimarse, y la forma históricamente más efectiva es con trabajo eficiente, el cual para este caso tienen tiempo de planear (situación de la cual se carece), pasar de la improvisación a la planeación, de seguir pensando que ser alcalde es seguir en campaña, tener presentes que el trabajo dirá más que los espectaculares, que asesorarse correctamente también es capitalizarse políticamente.
Es por ello que debemos pasar de la Politics a la Polity, solo mediante política pública que se estructura, se puede generar desarrollo desde lo local, solo con buenas políticas públicas, se puede decir que hay un buen gobierno. ¿Y cuáles son las buenas políticas públicas?, son aquellas que generan calidad de vida a los ciudadanos y que son trasformadoras, aquellas que no parecen que se le echó gasolina al dinero y después fuego. .
Recordando:
• Siempre el inicio es duro, y más cuando el 90% de para los que ‘trabajas’ no estará a tú favor.
• Los políticos plásticos e ignorantes están más propensos a ser exhibidos y desechados.
• La forma más eficiente de ser recordado es trabajar constantemente, alegremente y sobretodo eficientemente

miércoles, 29 de mayo de 2013

Tensiones sociales en México
                            

Lo que no es bueno para el enjambre no es bueno para la abeja.                        
Marco Aurelio

Las tensiones sociales en México están instigadas por una insuficiencia monetaria, la que a su vez está motivada por la falta de crecimiento. México a pesar de estar situada entre las primeras 15 economías mundiales no ha crecido al ritmo necesario para poder cubrir las necesidades básicas, si no hay crecimiento al ritmo necesario tampoco habrá empleos, los cuales a su vez causarán una insuficiencia monetaria aún mayor de la ya existente. 
México con una tasa promedio de crecimiento del 1% por habitante no puede cubrir las necesidades que la tasa de paro les demanda. Mucho del control inflacionario que tenemos desde los últimos 14 años se debe a dos situaciones, en primera por un buen manejo de la actividad macroeconómica y por otro lado que no crecemos, esto de la falta de crecimiento se refleja en que la inflación está controlada, dado que en ocasiones la inflación también es reflejo del crecimiento de la productividad en la  economía.
Es por ello que el conflicto real en México tiene que ver con salarios y empleo, -independientemente de los actos de impunidad que marcan y distorsionan los posibles incentivos para el correcto desenvolvimiento institucional-, son los motivos bien anclados de las verdaderas demandas sociales.
Aunado a lo anterior podemos decir otro factor pernicioso, es la deuda de Estados y Municipios, la cual representa en la mayoría de casos el 100% de ingreso anual de los mismos, pudiendo esto trastocar de manera significativa las variables macroeconómicas que generan la estabilidad mexicana.
Es por ello y por mucho más, que los conflictos dogmaticos deben quedar de lado, ante una situación que puede atentar con los intereses individuales, que en este caso convergen en un interés general la llamada: inflación controlada (no aumento acelerado de precios).
Solo las reformas pueden generar crecimiento de la productividad, pero las mismas no cumplirán con lo necesario, si como anteriormente decía no se llevan a cabo los incentivos correspondientes, como que el Estado Mexicano tutele el cumplimiento de los derechos de propiedad, la eliminación de actividades monopólicas, la reglamentación de la informalidad, una reingeniería del sistema tributario y la búsqueda de una aplicación correcta por parte de los organismos jurisdiccionales impartidores de justica.
Dicen los teóricos del análisis económico del derecho que la falla del actuar gubernamental, manifestada en la corrupción, la impunidad o vacios jurídicos, es tan perniciosa para el país como altos niveles inflacionarios o el estancamiento. Por lo tanto a pesar de que se tengan buenas expectativas en las cúpulas administrativas no se aterrizaran en la realidad, si no hay instituciones garantistas de ley.

Recordando:
·         Se deben poner límites a los atropellos realizados sobre el erario. La banca de desarrollo es para eso para desarrollo y no para enriquecimiento personal.
Twitter: @david_quitano



lunes, 27 de mayo de 2013

Reformas estructurales 
y crecimiento

Credito:
Isaac Katz
El desempeño de la economía mexicana en los últimos 30 años ha sido mediocre, con una tasa promedio de crecimiento del PIB por habitante menor a 1% anual. El arreglo institucional vigente no es el que se necesita para inducir más crecimiento, ya que los incentivos que se derivan de éste no están alineados con el objetivo y sí, por el contrario, lo inhiben.
Algunos de los elementos que castigan el crecimiento económico son: la deficiente definición de los derechos privados de propiedad junto con una pésima garantía jurídica de estos derechos, corrupción en los tres niveles de gobierno, persistencia de prácticas monopólicas en sectores clave, como energía y telcos, altas barreras regulatorias de entrada y salida de los mercados, un notoriamente deficiente arreglo en la tenencia de la tierra agraria, sistema de seguridad social que impone un impuesto al empleo formal y que subsidia el empleo informal en pequeñas unidades de producción que son muy poco productivas, mano de obra con muy bajo nivel de capital humano y un diseño del sistema tributario que no solamente implica finanzas públicas estructuralmente débiles, sino que no genera los incentivos para el trabajo, el ahorro y la inversión.
Es en este contexto que se apuesta a que las reformas estructurales que se han aprobado, y las que se programan por hacer, impulsarán el crecimiento económico derivado de una mayor tasa de inversión pero, más importante aun, a través de una mayor productividad factorial total. La reforma a la legislación laboral, que introdujo una mayor flexibilidad en este mercado, aunque sí tiene un impacto positivo sobre los incentivos a crear más empleos formales y probablemente crear los incentivos para una mayor productividad, por sí misma no es suficiente, ya que las empresas se siguen enfrentando a significativas barreras que les hace muy costoso crecer.
La reforma educativa, suponiendo que las modificaciones a la legislación secundaria que faltan sean las correctas, tendría un impacto positivo en la calidad de la educación, pero su efecto sobre la productividad sólo se manifestaría a largo plazo. La de telcos, faltando aún las modificaciones a la legislación secundaria, claramente tendrá un impacto positivo sobre la competencia en este sector, lo que llevaría a menores precios y mayor eficiencia, beneficiando la productividad.
La propuesta de reforma financiera, de materializarse, sí introducirá mayor competencia en este sector, una mayor penetración financiera en la economía y un menor costo del crédito. Sin embargo, su efecto sería limitado mientras las empresas sigan enfrentando elevados costos regulatorios para crecer y el impuesto al empleo formal, que se deriva del arreglo en materia de seguridad social.
En materia energética, la reforma debe ir más allá de sólo permitir la inversión privada en la producción. Lo que tiene que buscarse es introducir elementos de competencia en este sector, tanto en la producción como en la distribución. Mantener el esquema actual difícilmente tendrá un impacto positivo sobre la eficiencia y la productividad.
Finalmente, la tributaria, además de fortalecer las finanzas públicas, tiene que ser una que derive en generar los incentivos al trabajo, el ahorro y la inversión.
Mientras tanto, la economía seguirá creciendo muy poco
Interés general, miseria y homófonos.
                                                         
Lo que importa más nunca debe estar a merced de lo que importa menos.
Goethe
Tanto se puede escribir, pero puntualizar sobre algún tema relacionado a la política sería como echar tiros al viento, es como escribir sobre un enorme agujero negro que está a punto de devorarnos, esa sería una entrada calamitosa pero muy asequible, no sé qué pasa pero no crecemos, la simulación es nuestra bandera de identidad, las reformas la población no las entiende.
Seguimos creyendo en modelos que no son viables, no comprendemos que para que se cumplan nuestros preceptos constitucionales primero debemos de crecer, para crecer se deben buscar alternativas, para buscar alternativas se deben hacer reformas, las cuales ‘nomás no queremos´, seguimos sin entender.
La herencia revolucionaria nos marcó, seguimos con la tendencia insoluta del ‘sospechosismo’ y cero funcionalismo, más nos detiene la sospecha que la voluntad por querer avanzar, seguimos diciendo, ‘todos los políticos son iguales’ como si la homogeneidad marcara al ser humano.
No cumplimos las reglas del juego, por eso el juego es tendencioso, se nos olvida que para exponer a los malos, la mayoría debemos hacer las cosas bien, para que de esa forma ellos sean expuestos y tachados, la sociedad construye su destino agregado, tanto que como decía Friedrich Hayek en su brillante texto de Camino de servidumbre, manifestaba lo siguiente: ‘El interés general (o el bien común, bienestar general) no es más que un instrumento del interés particular”.
Es por ello que el interés particular está marcando nuestro destino como nación, contamos con un interés particular distorsionado, los que hacen política ahora no se han dado cuenta que con las tecnologías de la información están más expuestos a ser mostradas sus carencias.
Siempre que escribo por más que no quiera, no deja de calarme esa característica mía de aplicar otredad, sin querer me pongo en situación del prójimo; cuando camino por las calles y veo algo que probablemente en otros años no se manifestaba recuerdo a los flash back de los textos y los relaciono, ahora todos estos caminos me llevan a expresiones de miseria general y social.
La miseria decía Dostoievski en aquel Crimen y Castigo, es aún peor que la pobreza, porque la miseria es casi predecesora a un delito, bueno es un delito. En la pobreza se conserva todavía la nobleza de los sentimientos, en la miseria, nadie ha logrado hacer tal cosa. En la miseria se está siempre dispuesto a humillarse.
Pero la pregunta obligada ¿Qué tiene que ver el interés general, miseria, agujero negro dentro de este artículo?, yo respondería que todo, mucha población vive miserable y está dispuesta a humillarse, el interés general no existe o es nulo, si bien existe interés personal que en el agregado no beneficia más que sus propios intereses, y el agujero negro es que por más que busquen reformas, la población no las asimilará por esa lacerante recurrencia a que se abuse de ellos.
Es por todo y por ello, que siempre estará esa discusión teórica y conceptual, ¿Nuestra realidad como país es un hecho autocrático ó es una construcción social? Yo me atreveré a dar un juicio y digo que es una construcción, los dogmaticos fanáticos dirán que es que es autocrático y que todo es culpa del gobierno.

Recordando:
·         Tenemos tanto político ´Novel’ pero nos hace falta que esos lean a algún ‘Nobel’.
·         Tenemos tanto discurso ´bis´, carentes de ‘vis’.
·         Algunos se creen que van como ‘halón’ cuando en realidad tiene ‘alón’


Derecho e Instituciones
              Derecho no es sólo un conjunto de reglas lógicas desarrolladas por teóricos de la Ley, sino un cuerpo que crece, cambia y se moldea con el tiempo.
Oliver Wendell Holmes, JR.
Jurista Estadounidense (1841-1935)

En los últimos años, hemos escuchado de forma recurrente la expresión casi religiosa ‘se elevará a rango constitucional’, ya sea por increíble perseverancia o ingenuidad, creyendo que por generación espontanea incluir un derecho en la Carta Magna automáticamente se vuelve realidad. 
Ante todas esas manifestaciones me hacen recordar al mismísimo jurista Oliver Wendell Holmes jr, cuando señaló ‘que la ley es una herramienta para alcanzar fines sociales, por lo que el entendimiento de la ley requiere un entendimiento de las condiciones sociales´. Esto explica mucho de la poca funcionalidad de algunas leyes secundarias que son reformadas o basadas en propuestas por la visión o intereses políticos del legislador.
Ante la expresión de Holmes cabe mencionar, que es relativamente poco tomada en cuenta, porque al existir una profunda imbricación del derecho con cuestiones políticas, se ocupa al derecho como vía tangente para malversación de la pureza de la ley, siendo rebajada ésta, aunque al mismo tiempo se diga que se eleva a rango constitucional. Y esto genera que sus efectos sean aun más dañinos porque no aterriza en la realidad, solo cubren interés políticos.
Es por lo anterior que poca o mucha de la poca eficiencia de las instituciones mexicanas tienen necesariamente que ver, con una visión no evolutiva de las mismas, el funcionamiento sigue siendo con patrones de conducta anteriores a la completa apertura comercial del país (centralismo del mandato).

Se sabe de sobremanera que el derecho que funciona de forma efectiva no es el que se yuxtapone, este se vuelve ley muerta, y si el derecho más eficiente y asimilable es el consuetudinario.

Tan grande es el ejemplo de ello, que un texto titulado (Traditional Governance, Citizen Engagement, and Local Public Goods: Evidence from Mexico) de una de las mejores universidades del mundo como Stanford University,  muestra que Municipios oaxaqueños gobernados por usos y costumbres mejoran acceso a electricidad, drenaje y educación más rápido.

El  anterior estudio,  exhibe la funcionalidad de las herramientas tecnológicas para agilizar los trámites, todo esto viéndose opacado por la ineficiencia administrativa y directiva de las instituciones, mucho de ello, porque las leyes orgánicas, o los reglamentos internos para el acto procesal administrativo son nulamente aplicables o entendibles.

 

Recordando:

·         La naturaleza jurídica es la molécula más importante de una ley.

·         Las acciones elementales, son los fines fundamentales.

·         Ley no aterrizable en la utilidad es ley insustancial.