miércoles, 7 de agosto de 2013

Costos y beneficios de la legalización de las drogas

Dom, 04/08/2013 - 12:45am
El sistema de precios con responsabilidad por el daño, es la base fundamental para analizar el análisis del crimen y de las drogas.
Gary Becker – Premio Nobel de Economía-.
Estamos en el inicio del segundo semestre del primer año en el mandato de Enrique Peña Nieto al frente del Ejecutivo Federal, y se anuncia un sin número de reformas, de todo tipo, las cuales de conseguirse serían avasalladoras, tanto por su característica de transformadoras, como por la poca gradualidad con las que piensan ejercerse.
En el presente espacio que me proporcionan los medios, he escrito a grandes rasgos sobre la reforma fiscal, energética y educativa, las cuales para bien o para mal de materializarse, generarían un cambio radical en la cotidianidad social y operacional de México.
En lo que va de ésta semana, la opinión pública ha estado principalmente centrada en un tema que se había dejado de lado durante casi un año, pero que no deja de ser de suma importancia, como lo es la despenalización en el consumo de drogas blandas (Mariguana, Hashis y algunos analgésicos).
Este tema es sumamente controversial, porque siempre que se opina sobre el mismo, versan en concepciones de lo que en sí se piensa sobre las drogas, y casi nunca se atiende el problema existente, por lo tanto se deben buscar instrumentos y medidas que generen condiciones dinámicas, en las cuales el beneficio de una política pública sea mayor al costo social.
La mayoría de los países han optado por dos tipos de políticas para acabar con el problema del narcotráfico: la legalización, o la de combate frontal (como en México). La legalización de las drogas nos podría generar dos escenarios a corto y mediano plazo, pues sería adaptivo a la nueva legislación de los actos mercantiles por la comercialización de las drogas.
La legalización bien instrumenta, fundamentada y regulada bajo ciertos patrones de calidad podría traer efectos económicos positivos. En primera sería para el consumidor la certeza de contar con productos de mayor salubridad, y para el gobierno se podría hacer de una cuota impositiva, pues se debería de implementar un impuesto especial, que al mismo tiempo sería el que paga el consumidor al narcotraficante por proveerle la mercancía.
Como son bien sabidas las altas ganancias por parte del narcotráfico obedece a la ilegalidad que ésta a su vez está en función al nivel de propensión de ser detenidos, a mayor nivel de propensión de ser detenidos mayor es el precio del producto, es por eso que los precios relativos de las drogas en la segunda parte del sexenio de Felipe Calderón fueron mayores.
Por su parte de legalizarse las drogas se generaría -como anteriormente mencione- una recaudación impositiva que puede ser canalizada en programas para el bienestar social. De igual manera se tendría una reducción de los gastos de actividades improductivas por parte del gobierno, como el combate al narco, o el gasto en prisiones, pues con la legalización existiría una reducción de la población carcelaria.
Por su parte el hampa al tener cierta reducción recaudatoria, tendería a diversificar su estructura “productiva” realizando otros tipos de actividades ilegales, pero que en el corto plazo por la desestructuración recaudatoria generaría para la sociedad un número menor de crímenes.
Por el lado de los costos económicos, la legalización es probable que aumente el consumo lo que generaría costos para el sector salud, (accidentes, adicciones crónicas, o exceso de pasividad por el consumo de las mismas). Por su parte el consumo de éste tipo de drogas blandas llevaría al consumo de otro tipo de drogas, lo que a su vez elevaría el número de crímenes, robos, violaciones etc,.
Pero una ventaja sustancial, es tener una identificación real de consumo pues al ejercer pago de un impuesto se sacaría un promedio fehaciente del número de consumidores, el cual serviría para hacer políticas públicas focalizadas que a mediano plazo hicieran que la reducción del consumo fuera real.
Los costos asociados al consumo de la drogas podrían eliminar los efectos positivos de la legalización sobre la economía, pero si se llega a regular, y no se genera un consumo tan exponencial, el beneficio terminaría siendo mayor, lo cual demostraría que fue efectiva y eficiente la política.
Sin duda es necesario que haga algo el gobierno, porque está científicamente comprobado que las drogas aunque sean las blandas son sumamente dañinas, y que los daños colaterales no propician que México sea atractivo para la inversión, existe un enriquecimiento exponencial a los narcotraficantes, genera violencia entre los ciudadanos y daño a la moral pública.
Recordando:
• Para que en verdad sea viable la legalización y despenalización, se debe contar con instituciones jurídicas y leyes económicas que en verdad sean garantistas.
• La normatividad para la comercialización legal debería ser similar a los estándares de “calidad” de los cigarros.
• Las medidas que se implementan en México contra la drogas, ni disminuyen el consumo, ni la actividad delincuencial.